En pleno corazón de Recoleta, este edificio de estilo francés de principios del siglo XX fue declarado patrimonio histórico por la Ciudad de Buenos Aires. Se realizó una puesta en valor de la fachada transformándolo en un inmueble de renta. Se mantuvieron los pisos originales de Roble Eslabonia y las molduras de la época. En la planta baja se ubicaron locales comerciales, mientras en los pisos superiores se alojaron oficinas y/o estudios profesionales. Superficie total: 3500 m2